Por Jeanneth Jiménez
La elaboración de la tradicional rosca de reyes inicia días antes de que empiece la celebración de dicha festividad mexicana, indicó el panadero José Luis Montoya.

José tiene más de 40 años dedicándose a la elaboración de pan, por lo que se ha dedicado a deleitar el paladar de los cajemenses, oficio que definió como noble.
“En la panadería empezamos a elaborar las roscas con unos días de anticipación, pero en pequeñas cantidades como muestra, y dependiendo de la venta, se van elaborando más, aunque lo fuerte empieza un día antes de la festividad”, mencionó.
Precisó que el pan de la rosca es como un tributo a Jesucristo, y que el proceso de elaboración es muy similar al de los otros panes, siendo la forma y el significado lo único que lo diferencia de los demás.
Dijo que de acuerdo a la fe cristina, la costumbre de las fiestas decembrinas culmina con la llegada de los reyes magos y la partida de la rosca; sin embargo, la historia de la rosca de reyes se remonta a la Edad Media, una tradición que con los años fue retomada por los fieles cristianos romanos.
“La costumbre de comer una pan en forma de rosca en los primeros días de enero se remonta hasta la época de los romanos, quienes acostumbraban a celebrar al dios Saturno, después del solsticio de invierno, donde los días comienzan a ser más largos hasta alcanzar la primavera y las personas solían repartir un pan redondo, y dentro de la masa de aquel pan se guardaba un haba seca, quien la encontraba era nombrado Rey Haba y gozaba de privilegios en días posteriores”, explicó.
Cabe señalar que la forma ovalada de la rosca simboliza el amor de Dios, sin un principio ni fin; las frutas como el ate simbolizan la gracia traída por Jesucristo, el haba fue cambiada por una figura del niño Jesús, mientras que ma figura del niño Jesús escondida al interior del pan, simboliza cuando José y María escondieron a Jesús de Herodes.