Por Jeanneth Jiménez
Salir de su casa al trabajo, con la incertidumbre de saber si regresará o no para ver de nuevo a su familia, es de lo más difícil que ha vivido Fernando Ramírez Valenzuela en sus 28 años como policía.
Recordó que una de sus experiencias de mayor gravedad fue durante una persecución, en la cual se cayó de la unidad y por un momento no supo de él, aunque todo salió bien y no tuvo ninguna consecuencia.
“Son muchas las cosas que vivimos día con día, muchas vivencias, experiencias y anécdotas, lo cual ya vemos como rutina y como una actividad normal, pero esta profesión es muy riesgosa, debido a que debemos ver por la seguridad y salvaguardar la integridad de los ciudadanos, exponiendo nuestra vida”, expresó.
Ramírez Valenzuela comentó que desde pequeño estuvo involucrado en la educación vial, actividad que disfrutaba, por lo que se puso la meta de ser policía y lo logró, profesión que ha desempeñado con valentía y mucha responsabilidad, pues tiene 28 años sirviendo a la comunidad.
“Ser policía es algo muy bonito, el proteger a la ciudadanía, el poner el ejemplo, es muy gratificante y nos ha tocado participar en asaltos, riñas, persecuciones, choques, volcamientos, entre otras cosas, aunque la mayor experiencia la he adquirido en el Departamento de Tránsito“, precisó.
Además, gracias a su desempeño y tiempo dedicado a la corporación, Fernando recibió un asenso hace unos años como muestra de agradecimiento y reconocimiento a su labor como policía, por lo que actualmente se desempeña como sargento.
“Ese asenso es un elogio, un apoyo por parte de los jefes, quienes se han preocupado por nosotros y por reconocer nuestra trayectoria y años de servicio, por lo que vamos a seguir respondiendo de la misma forma, con el favor de Dios”, mencionó.
Finalmente, aseguró que una de sus hijas, una pequeña de 13 años de edad, le ha comentado que de grande quiere ser policía, decisión que de llegar a tomar, apoyaría al cien por ciento, debido a que es una profesión muy bonita.
