
El británico y ahora nuevo número uno de la ATP, Andy Murray, tuvo una actuación redonda en el Masters 1000 de París-Bercy, pues ganó el torneo, superando al estadounidense John Isner por 6-3, 6-7 (4/7) y 6-4, cosechando el trabajo de todo un año para el nacido en Gasglow.
Esto significó el título número 8 de la temporada para el escoces, quien desplazó al serbio Novak Djokovic del número uno en la clasificación de la ATP, el cual quedó fuera del torneo en cuartos de final a manos del croata Marin Cilic.
El llegar a ser el mejor tenista del mundo no sólo fue fruto de ganar el Masters 1000 París-Bercy, sino de todo un año en el que Murray ganó torneos importantes y derrotó a tenistas de elite, demostrando así su calidad.
El tenista británico ya había asegurado su lugar de número uno cuando el canadiense Milos Raonic abandonó en la semifinal del torneo, esto le dio el pase automático a la final a Murray.

“No me esperaba esto, así que fue un poco raro cuando sucedió. Todo el mundo hablaba de esto, pero siento que llegar al número uno no es resultado de esta semana ni la pasada ni de unos días, sino de doce meses de trabajo”, afirmó.
El escocés explicó que fue el propio Raonic, número cuatro del mundo, quien le comunicó su lesión en un muslo cuando se encontraba en el vestuario, viendo precisamente videos del último partido de su contrincante.
“Ahora que lo he conseguido tengo que ‘resetear’ mis objetivos y encontrar lo próximo que me motive y que me haga seguir mejorando. Así que eso es lo que intentaremos a partir de ahora“, agregó Murray.

